14 de septiembre de 2017

Escena imaginada

Prendo la lámpara del escritorio. Se avivan los amarillos y pliegan las sombras. La habitación se vuelve ascua y descubre a los que la ocupan. Sobre la librería las flores del ayer derraman su polen y bajo sus baldas asoma un pétalo deslucido. Las voces van in crescendo al mismo tiempo que el aire se enfurece en la arboleda que encuadra la balconada. Un rayo zigzaguea en la lejanía y su destello reverbera en el espejo. Alguien se incorpora e, indiferente, tiende las cortinas. La sala se condensa de líneas imperfectas. En el exterior la lluvia se desata y gruesas gotas rebotan sobre las tejas. La conversación se contagia de los grises de tarde y gana el silencio; mientras, en las afueras, se redoblan los acordes naturales.
Enervada, abandono la estancia enrarecida y salgo a vivir la celeste tormenta que me llama.
©Trini Reina/2011
Obra de Andre Kohn

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