De Franz Marc "El tigre"
Trasminado llega el aire por aromas a mediodía. En la cumbre de la siesta enfrenté la mirada abisal de un tigre y en su glauca retina avisté el imperio de la hora en que el sol desabrocha sus gruesos rayos. El felino, a su vez, me devolvía la mirada desde sus pupilas sin olvido.
©Trini Reina
Noviembre 2010
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