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11 de agosto de 2025

Es mi corazón

Es mi corazón
álamo alborozado,
pájaro al alba,
cellisca de mayo,
fuente que exclama,
altozano que surge
en meseta despoblada,
vergel encantado
provocando al agua,
risa de espuma,
sonajero de nácar,
alondra madrugadora,
rumores de plata.

Alegría florida,
contigo,
eco del alma.

©Trini Reina
05/03/2009

23 de diciembre de 2018

Deja...

 

Deja que el aire de mi pasión
zarandee tus horas grises,
así disperse de tus perímetros,
la tristeza que te subyuga.

Deja que la ternura,
germinando entre mis dedos,
escancie lavándulas en tu alma,
así renazcas tal jardín voluptuoso.

Deja que la insurrecta luz de mis ojos
sea la clave que exonere tus iris
del velo que clavó el desencanto
en la hierba de tu mirada.

Deja que la esperanza que me vive
trasmine tus sentidos
con cascadas anti nostalgia,
y que yo sea el arcángel
que seduzca a tu derrota.
Así tu corazón, indultado,
desnudará fronteras a Cupido.

Deja que sean mis próvidas flechas
las que inflamen tus arterias.

Y sálvame de mis horas grises,
vierte lavándulas en mi alma,
desclava el velo de mis iris
y desvía, allende de mi,
la agonía del no tenerte...

©Trini Reina
18 de junio de 2009
Obra de Denis Nolet

14 de julio de 2018

La persuasión de lo prohibido

 


Sucede a diario.
En el mismo kilómetro de la autopista.

Al verlo, ahí plantado,
mi auto pierde velocidad
como si lo frenara un imán maldito.
Ese hombre me provoca.
Ante él, se humilla mi entereza.
La flama de sus ojos semicerrados
abrasa mi negativa.

Yo le desafío
jugando a acelerar.
Pero es inútil abstraerme de su porte,
sus largas piernas, sus labios…,
del veneno prohibido de tan felino mirar.

Y luego, ya a salvo
del humo de su lujuria,
me obsesiono en aseverar,
que es la llama de los ojos,
del vaquero de Malboro,
lo que incitaba a mi fumar.

©Trini Reina
1 de noviembre de 2007

Imagen tomada de la red

12 de julio de 2018

Pequeñez 78


Súbita y girando tintina la sangre.

Presagiando la hora,
 el corazón se bate,
y tiembla y bulle y arde.

Resuena el tambor de su latido:
toc-toc, tac-toc, canturrea.
Sístole y diástole.

Coral licuado que fluye,
a ímpetus; incansable.

Fugitiva que huye para encontrarte...

©Trini Reina/ julio de 2018
Obra deAlexey Slusar

19 de abril de 2018

El sol tras los visillos



El sol traspasa los visillos,
encandilándolos,
y un rayo se asienta (isla de oro)
sobre las baldosas.
Aires de mayo
amenazan las persianas,
que repican en sus rieles
como un  tren paralelo.

Un silencio a dúo
se rompe en amor y gemidos.
Almas que reviven en el desafío,
cuerpos que luchan hasta apagar
la violeta pasión de sus cenizas.
Dos corazones en la línea de un latido.

El aire se vuelve huracán en los relojes,
y la luna, adelantada, aquieta los visillos.
La isla sobre las baldosas se viste de plata.
Y sabe el adiós a grito.


©Trini Reina/marzo 2010
Obra de Karen Aghamyan

12 de abril de 2018

Instantes


Entre tus manos confinaste las mías;
nunca hubo prisión más dulce.
Todo el peso de tu deseo
en aquella caricia,
todo el ancho del amor
en la yema de mis dedos.

Luego, aún las manos fundidas,
apartamos de ellas la mirada,
y se encontraron nuestros ojos.
Espejos que jamás necesitaron
la pericia de la palabra.
Todo el peso del deseo
en ese tu contemplarme,
todo el ancho del amor
en mis pupilas.

El mundo detenido.
Interrumpieron los pájaros el vuelo.
Cesó el viento de bambolear ramas.
Hasta el mar enmudeció las caracolas
y decretó silencio a sus olas.
Todo el peso de tu deseo
a mis sentidos suspira.
Todo el ancho del amor,
en mi corazón danza.

Tú y yo,
suspendidos en ese instante recogido,
donde concordaron nuestras almas.

®Trini Reina 28/08/2008
Obra de James Crandall

8 de abril de 2018

Geometría de la pasión


Por ti se agitaron las arterias
y se hizo espuma el circulo
donde languidecía.

En tus laderas crecieron
las flores que azulean mis valles
y el cuerpo se nombra tuyo.

Las horas ya no se suicidan en los relojes
y tañen en tus ojos clandestinos.
Se desarmó el sortilegio
que constreñía
el árido calendario de mi vientre
y descubrí
de la pasión
su geometría. 

©Trini Reina/2010
Obra de Félix Vallotton 

17 de enero de 2018

Y te nombro mio...


Desde el allá del horizonte,
colonizando laderas inconexas,
sobre estrellas ignoradas
y latitudes difusas,
ceñida en los pliegues de la aurora
a través de cauces y vísperas,
resucitando tactos e impulsos,
trémula de sol y aromas.

Me precipito desde la inocencia
hasta ti, abismo que me llamas.
Y tuya soy, promisoria.
Y tuya soy, desnudada.
Y vehemente resurjo
-agua exaltada-
en las olas de tus labios.

Y te nombro mío,
y en mis sentidos naufragas,
y a la deriva de la mano vamos,
hasta el deseo que nos emplaza
a su patria de savia y mareas,
a su incendio ayuno de llamas.
Donde, al fin, libertados
nos abrazamos
amanecidos de piel y alma.

©Trini Reina
10 de marzo 2009

11 de noviembre de 2017

Parvedad 59


En el río coral
de las arterias,
súbita es la caricia
que inaugura
la fiesta del deseo.

©Trini Reina
Noviembre 2013
Obra de Rob Hefferan

15 de octubre de 2017

Cumbre...


La caótica constelación de tu sangre,
tus ojos de mar o gato,
la levedad sonora que tu pecho agita,
el ajuste de tu lengua a la geografía de mi boca,
la fuente aleve del instinto,
la libertad sin sombra del deseo.

Todo se torna voluptuoso.
Plenitud logrando su cumbre.

Y yo, suspendido en tu aurora, tiemblo.
Tiemblo,
de premura y fiebre.

©Trini Reina/Octubre 2017
Obra de Jacqueline Osborn

8 de octubre de 2017

Desde el poniente


Yo dejaba pasar los días
como quién siente
indiferencia por la muerte.
Como quién jamás
libó la dulce primavera,
como quién nunca
oyó la risa de la suerte.

Tú venías desde el poniente.
Desde allá donde nace la lluvia.
Traías en las manos
voluntad y lirios,
y el trigo, en tus ojos, florecía.

Y en el valle de mi cuerpo,
que de sombra adolecía,
la estrella de tu boca
-a  besos-
incendió,
la esquela de mi agonía.

 ©Trini Reina/Jueves 28 de Junio 2012
Obra de José Zapata Bautista

21 de agosto de 2017

Afines como la música


Con tus ganas,
con mi anhelo.

Con la falla de tu ojos peregrinos,
con la flama de los míos pintureros,
con el hado de tus ases sin divisas,
con mi fe cultivando sueños,
con el olvido en sus andenes,
con la ilusión rompiendo vuelo,
con tus temores derrotados,
con mi alegría lejos del suelo,
con la cordura sin equipaje,
con la pasión hilando besos,
con la distancia en bandolera,
con el fracaso a contraviento.

Afines
como la música vamos.
Con tus ganas,
con mi anhelo.

 ©Trini Reina/2013
Obra de Rob Hefferan

3 de febrero de 2017

Vehemencia XXVIII


Tú me haces.
Me das forma
 y aire.
Entre tus brazos
-tan míos-
me enciendes
como verano.

Flor culminada
a ti me doy
-sin ambages-.
Porque  tú
silencias mis silencios
y a tu pasión me naces.

©Trini Reina/Febrero 2013

Obra de Orestes Bouzon 

9 de noviembre de 2016

Demorarse


Y
o invoco el agua de tus sílabas,
la helada llama de tu templanza,
el paraíso de saber que estás,
la fiesta inédita de tus manos.

No es caro regar estos jardines,
sembrar flores de a poco en las aceras,
cubrir con alas las calles cotidianas.
Aparecer de tarde en tarde
como estrella cautivadora.

Es fácil dar de beber
a este pájaro sublimado de desiertos.
Un leve viajar hacia el incendio
y apagar a ternuras soledumbres.

No.
No es peligroso demorarse
en este país tuyo y mío,
tan azul…

©Trini Reina
10 de Noviembre 2011
Obra de Vyacheslav Korolencov

4 de noviembre de 2016

Luz que principia


Llamo a tu piel, al amor, a la victoria,
a tu ímpetu, a la fiesta del encuentro,
al alquimista y sus hechizos,
a la libertad de lo sublime,
a la fortuna, su esencia, tu misterio.

Llamo al astro de tu memoria,
a las vísperas, las rosas, el sexo,
al poema y sus signos azules,
al blues que arde tus adentros.

Llamo a la luz que te principia,
a tus violines in crescendo,
a la hondura del asombro,
tu pan y un nosotros,
a tus pájaros en vuelo.

Llamo a tu sombra
-espuma que se evade-,
a tu avidez de hombre, a tus aires…
a tu deseo.
 
Llamo.

©Trini Reina
Noviembre 2016
Obra de Alexander Akhanov

28 de septiembre de 2016

Dádivas


Para ti la prisa de mis manos,
la aurora febril de mi sangre,
la fiesta clandestina del talle,
la armonía en fuga de los domingos;
mi germen.

Para ti la candela de mis labios,
el terso cauce y herido de mis senos,
el iris del instinto y su impaciencia,
el callado arrebol del deslumbre;
mi presente.

Para ti el adiós a la inclemencia,
la dádiva elevándose del gozo,
el no al desamor y sus vísceras,
el sí a este súbito y rojo sortilegio
que me crece.

Para ti las llaves de la certeza
y el deshacer, a vivo amor, la furia
de tus incertidumbres.

Para ti…


©Trini Reina
Septiembre 2016
Obra de Anna Razumovskaya


28 de agosto de 2016

El cauce...


En el cauce de las venas
navega la memoria
de los años que nos existimos.

En la sangre,
el fracaso y la agonía,
los verbos eludidos,
el tributo y la herida,
la esfera del cansancio,
los triángulos de la ira,
el afán de exilios y regresos,
las cruces de la dicha.

Y rojos, como granadas en sazón,
nuestra querencia y aversión y la costumbre y…

Roja es la pasión a la deriva.

©Trini Reina/agosto 2016
Imagen de la red 

28 de junio de 2016

Plácida de lunas...


Saciada de albas y ungida de violetas,
una tibieza de menta empaña tus ojos
y en tu piel vibra un vals de amapolas.

En la embriaguez rotunda del tacto,
la pasión es el vértice y el vórtice
del sentirse ascua y entera y toda y hembra.

Luego de la avidez y la cúspide,
plácida de lunas,
llega la tregua, el remanso,
el vértigo del más privilegiado de los cansancios.

©Trini Reina/junio 2016
Obra de Alexander Akhanov

29 de mayo de 2016

Pan festivo


La lluvia desasosiega al silencio que me abate
y tú, con capital efervescencia,
otorgas melodía a mi condena.
El verde horizonte se refugia en mi pupila
y en las tuyas,
el mar cabriolea sus añiles.
Eres alondra que se posa en mi pecho
de amor ungido,
esencia inabarcable,
que conmueve hasta la delicadeza.
Jazmines humedecidos
trasminan mis manos de blanco y aromas.
El paisaje es un venero fragante
que al delirio nos incita.
La sal del deseo se evapora de dos cuerpos
y se torna
pan festivo entre los labios.

©Trini Reina
Abril 2010
Pintura deAndre Kohn

3 de mayo de 2016

Los tulipanes se suceden...


Los tulipanes se suceden
en el país de mi pijama
este domingo naranja
que corre
por las alamedas de las nueve.

Canicas de azúcar
endulzan la taza
que el café oscurece
y se aclaran las espigas
de mis ojos que te miran.

En la terraza
el sol enciende las esquinas
y reverbera en los cristales.
Un rayo de luz se evade y posa
en la firmeza de tu espalda.

Baja lentamente el día
y, a los alcores del amor,
sube el deseo.
Olvidado queda el desayuno
sobre la mesa de escarcha
y arden y se deshojan
los tulipanes…
y las ansias.

©Trini Reina/Jueves 5 de julio 2012
Imagen de la red