Autor de la pintura: Vicent Van Gogh
Buscan consuelo los que te aman,
y no perciben el alba,
por mucho que el sol acuda a su cita cada día.
Fuiste tú, estrella morenita,
esa que con su resplandor los alumbraba.
Luna era la sonrisa en tu boca,
y en tus ojos nadaban dos luceros.
¡Y qué bonitos, tus rizos de terciopelo!
Sensible, como una rosa en la alborada,
corazón inmenso para tus años;
sin límites concedías la serenidad
que derramaban tus niñas manos.
Eras de otra esencia,
demasiado especial para este agreste mundo
en el que vivimos.
Y el destino,
ese dios omnipotente,
con cruel premura te reclamó a su lado.
Brotaron alas en tu alma y allá,
a ese lugar donde solo habitan los bendecidos,
te elevaste una mañana.
Buscan consuelo los que te añoran
y no hallan respuesta a su tristeza.
Solo les reconforta la gloria del conocerte.
A ti, estrella morenita, de luz incandescente.
© Trini Reina
02/10/2008
Nota de la autora:
Al recital que ofrecimos unos amigos y yo el pasado junio, entre el público asistente, se encontraba Laura. Pienso que ella, a sus ocho añitos, comprendió y disfrutó de los poemas recitados, más que muchos de los mayores que presenciaban el evento, no en vano, Laura nació con corazón y alma de poeta, y estoy segura de que, como tal, ejerce allí, en esa estrella que hoy habita, y donde ahora ofrenda poemas a los ángeles.