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8 de julio de 2025

La jota de tu risa

Sólo pretendo ser línea de espuma en tu mar,
mínima partícula que se desliza en tu cielo,
una gota en el agua de tus fuentes,
un minuto al día en tus pensamientos;
la cinta de tu libro,
botón de tu chaleco;
en tus otoños, una hoja seca,
y una nube en tus inviernos;
la “jota” de tu risa,
poesía que adule tus sentimientos,
el secante de tus tristezas
y la panacea en tus tormentos.

¿Ves mi amor que poco pido?
Y tú, que te guardas quedo,
no envías señales
que agiten las frecuencias de mis silencios.

¡Qué soso eres bien mío!
¡Qué flojera abona tus huesos!
Si no te pido que corones en globo, la luna;
ni que recorras en patinete el universo.
Sólo deseo una mirada furtiva,
que hasta mí se descuelgue,
desde tus ojos negros.

Y un beso de tu boca
y una sonrisa que espante mis miedos,
una caricia de tus manos
y el roce en mi cara de uno de tus dedos.
una palabra de cariño
o un jazmín para mi pelo.

No deseo que me pesques una ola,
ni que me bajes un lucero,
sólo que cruces la acera,
que yo, a tu altura te espero,
con el corazón en vilo
y el alma en suspenso.

No dirás que soy ambiciosa,
no dirás que de egoísmo muero.
¿No ves qué poco pido?
¿Por qué me esquivas entonces, moreno?
Si tan sólo pretendo ser, en tu bolsillo, un sueño.

¡Y mira si tengo arte!
¡Mira con qué arte te quiero!
Que si a sabiendas de todo,
aún me guardas recelo,
la libertad te otorgo,
para que con ella engalanes
el ala de tu sombrero.

©Trini Reina/2005
Reeditado el 27/04/2008
En los Poemarios "Azules atardeceres de la memoria" y Azules rotos"

7 de julio de 2025

Sombras

Obra de Fariba Baghi
No la busques al borde del mar,
en aquella playa imposible, salpicada de gaviotas.
Tampoco en la riberas argentinas del río,
confundida con los naranjos, bañada de azahares.

No la busques en las cumbres ceñidas de nieves;
ni en las laderas tapizadas de arcaicos olivos.
No la busques en el epicentro de su mundo;
ni en los grises suburbios de tus dominios.

No la esperes, que no surgirá de las alas del viento.
Ni comparecerá embrujando a la noche,
ni galanteando a la mañana.
No la hallarás platicando con la luna,
ni vagando por las aristas de un lucero.

No la busques... que partió a otra tierra,
a reverenciar a otros dioses.

No la verán de nuevo tus ojos,
mas su imagen pervive en el tálamo de tu retina
y, a veces, para dañarte, se despereza,
lacerándote con su hermosura.
No volverás a palparla,
pero tu piel, al evocarla, se entibiará de gozo,
hasta que con un ramalazo
se percate de la soledad que la vulnera.

Aún sin atreverte a exhalar,
presientes que te besa
una sombra de humo vestida.
Mas la huella helada de esos labios
que dejaron de besar los tuyos
para siempre desertó de tu boca.

Tal vez alguna tarde, cuando desfile el crepúsculo,
la brisa silbando reavive en tus oídos su voz
y un escalofrío espoleará tus sentidos.
Imaginarás que es ella, la que se fue,
que por tu lado pasa;
pero no la busques en las afueras,
tantéala en los recovecos de tu alma,
porque ya sólo reside… en ti fundida.

©Trini Reina/2005

30 de marzo de 2018

Miedo

 

"En el jardín" de Ralph Wormsley

Quítate el miedo de la frente
que no es mi amor cadena
sino certeza.
Que toda esta viveza
que aclara mi piel
cuando te nombro,
me pertenece.

De tu corazón,
soberano eres.
Nunca quise ser espina
trenzando tus sienes.

©Trini Reina
marzo 2012

23 de diciembre de 2017

¿Qué sabes tú?

 


¿Qué sabes tú?

Tú, que eres Nadie.
Tú, que me confundes.
Tú, que dobles ideas
de mí concibes.
Tú, que fecundas
-inútilmente-
una esencia irreal
de mi Yo verdad.

¿Qué sabes tú?...

©Trini Reina
Noviembre 2012

"Sogni" de Vittorio Corcos


25 de febrero de 2017

Entelequia XI


Los minutos se atropellan.
Espacios que el silencio estira.
De las saetas se descuelgan las horas
y, yerma, la noche agoniza.
Desde el reloj, desencantadas,
las promesas se suicidan.

Tampoco hoy labrarás mi talle
Ni yo cultivaré tu geografía.

©Trini Reina/2009
Obra de Aldo Balding

11 de septiembre de 2016

Senryu XII

De Paul Delvaux " La robe de Mariée"
Las ilusiones
transitan los andenes
del espíritu.

©Trini Reina

31 de julio de 2016

Dos que callan...


Y pasa el tiempo y el silencio abre brecha entre dos que callan.
El hielo forja caminos, enmoheciendo las distancias.

Se ciñen los sentimientos y se escatiman las palabras.
Se dominan los deseos
y el orgullo apacigua lo que pugna por brotar del alma.

Y todas las cosas por decir,
las que importan y las que carecen de importancia,
se esconden bajo la lengua
o se ahogan en la garganta.

Se suceden las estaciones
y los “te quiero” de hoy, al callarlos,
se convierten en los rencores de mañana
y el desamor, caballo desbocado, campando va a sus anchas.
Hasta que un día, al despertar, sólo encuentras soledad
al otro lado de la cama.

Y pasa el tiempo y el silencio abre brecha entre dos que callan.

©Trini Reina
11 De Noviembre de 2005
Obra de Gustave Caillebotte


16 de febrero de 2016

Parvedad 9

de Lia Yuanshou
¡Bang!
la traición,
a quemarropa,
desgarró la piel
de la confianza.

©Trini Reina

14 de noviembre de 2010

Microrelato

 


De Franz Marc "El tigre"

Trasminado llega el aire por aromas a mediodía. En la cumbre de la siesta enfrenté la mirada abisal de un tigre y en su glauca retina avisté el imperio de la hora en que el sol desabrocha sus gruesos rayos. El felino, a su vez, me devolvía la mirada desde sus pupilas sin olvido.

©Trini Reina
Noviembre 2010

11 de junio de 2010

Aire salino

 

de Leonid Afremov
Aire salino
se eleva triunfante
desde el ecuador del cuerpo
a perímetros delirantes,
desde vientre en flama
a clausura que se abre.

Aire salino
llevan los besos que amerizan
en la jungla dual del deseo
que dos comparten.

©Trini Reina
Junio 2010

22 de marzo de 2010

Parvedad 17

 

Johanna Harmon

A diario,
el canal de la memoria se desborda,
media hora antes de olvidarte.

©Trini Reina
Marzo 2010


25 de noviembre de 2009

Hayku 10

 

Obra de August von der Embde
Tardes de otoño.
Sublimada tristeza
entre las hojas.

©Trini Reina
Noviembre 2008

17 de octubre de 2009

Pequeñez

"Le reveil" de Federico Zandomeneghi 
No hay día que se apague
sin haber alumbrado
-al menos un minuto-
tu tacto en mi memoria.

©Trini Reina

4 de septiembre de 2009

4 de agosto de 2009

27 de junio de 2009

Parvedad

Jozef Israëls

La distancia, con parsimonia,
hasta al más brillante de los amores,
a oscuras deja en la memoria.

©Trini Reina

30 de mayo de 2009

Hayku 7

Obra de Horacio Bellotti
Las jacarandas
llameando violetas
alumbran calles.

©Trini Reina
2009

7 de abril de 2009

Sombra de sombras

Imagen de la red

Qué oscura cabalga la noche si te ausentas. Qué tristeza me ocupa el alma, al pasar de las horas, y ver que no llegas. Qué negros los minutos y qué angustia porta el sueño que mi cuerpo, turbado, esquiva.

Qué sigiloso suspira el viento cuando el rejón de tu no arribada, amenaza la serenidad de mi espíritu. Parece que, supiera de mi duelo y, calzado de humo, por mi calle peregrina.

Qué premura entinta mi deseo. Cuánto anhela mi mirada posarse, cual mariposa, en tus verdes ojos. Qué prisa padecen mis manos para donarte las caricias que le rebosan. Todas ellas, huellas de puro amor.

Si oyeras cuan a descompás palpita mi corazón en su delirio. Si vieras qué perdida deambula mi sonrisa, sin motivos para desnudarse. Si supieras cómo duele este amor que te tengo. Y qué cuesta arriba se me hace la maldita espera.

Cuánto te extraña mi ser, sombra de sombras.

©Trini Reina
16 de enero 2006
Del Poemario “Azules rotos”
Publicado en el poemario “Más allá del cristal” Poesía en la red. Canal Poesía.
Republicado en el libro "Azules atardeceres de la memoria"
Abril de 2009
 

Ingenuo corazón

No te engañes corazón, que no emanan de su boca para ti esos besos. Que no germinan de su pasión para ti esas caricias. Que tienen destino corazón, y ante ti, de largo pasan.

No te engañes corazón, por el brillo febril de su mirada, que su amor no busca de tus pupilas el reflejo. Que por ti, su deseo no prende llamas. Y las estrellas que portan sus manos, a tu cielo no van asignadas. Ni para tus latidos él desata sus latidos.

No te engañes corazón, que no se esbozaron para ti esas odas. Que no se fraguaron en su alma, para la tuya, esos te quiero. Que esos sones de ruiseñores no vienen a cantar ante tu puerta su serenata. Que son para otros sentidos corazón, y a ellos van ofrendados.

No te engañes corazón, no te desprendas de tu coraza, que de ondas de indolencia vienen sus actos salpicados, y si te ven desnudo y confiado, acabarás nuevamente de desengaño herido.

No te engañes corazón, sécate esas lágrimas, que no merecen el llanto los falsos ídolos. Enjúgate los ojos, alza el semblante, y bajo un sol naciente ampárate de la mala sombra, que la esperanza ante ti se arrodilla y entre sus brazos te acoge.

©Trini Reina.
10 de enero de 2006