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23 de diciembre de 2018

Versóleos XI

 


En la orilla suspendida,
 el aire interpreta su sonata.
La negación de tus ojos
prende abismos en mi alma.

Al descuido del amor
los vientos del rencor
se soliviantan.
 Y me distancian
-sin retorno- 
de ti que eras mi patria.

Trini Reina
diciembre 2011

Obra de Max Liebermann


22 de diciembre de 2018

Peregrino

 


Peregrino.
Siempre vagando
por exilios y litorales,
tinieblas, ideas,
desiertos…

Peregrino
en pos de la vida
que subscrita llevas
al envés de tu silencio.

©Trini Reina
Marzo 2011

Obra de Caspar David Friedrich


14 de octubre de 2018

Derrota


Pintura de Isidro Nonell

Grávida la fibra que la entrama,
amplio el bocado de su miseria.
Avanzar con ella
es ungirse de desierto.
Respirar sus radiaciones;
odisea que perturba.

Creador de la simiente,
con silencio,
sin tregua,
sus células oleosas
te convierten en espectro de la osadía.
Lejos de la alquimia,
sus nudos te dejan tiritando.

Y, aún así,
avasallado,
fluctúas en sus mismos ángulos
y admites,
la regencia
 de la derrota que te abarca.

©Trini Reina/Abril 2011
Pintura de Isidre Nonell i Monturiol

19 de septiembre de 2018

Siempre...


Nunca podrás huir de todo lo que has perdido
Benjamín Prados

Siempre te alcanzarán las ramas
de aquellas sombras que nutriste,
y sus hojas, como días,
juzgarán el momento de la caída.

Contravendrás,
renegando de esas zarpas
que desgarran la memoria,
y maldecirás su espina constante,
mas, rendida, aceptarás
lo inútil de la estrategia.

Acaso
con cautela
avances en ese jardín de agua
y, como hiedra,
crezca en ti la sensación de no regreso
para caer precipitado
hasta las ascuas de la realidad que te sacude.

Nunca podrás huir de lo que has perdido,
consciente eres
y, adicto,
te deleitas en la derrota.

©Trini Reina/Junio 2011

Obra de Clara Gangutia 

2 de julio de 2018

Arenas...


Ayer,
de improviso,
enajenada,
equivoqué los pasos
y me adentré
en un paisaje
-fronda y arena-
ya desterrado.

Un verano
remoto y amarillo
se me vino encima;
candela que irradió
la semilla petrificada de un anhelo.

El impacto,
por unos instantes,
inflamó el respiro.
Luego,
la nieve del pasado reclamó su reino
y los signos se templaron.

Retiré las telarañas de mi frente
y giré los pasos,
crecida,
antes de que las sirenas intempestivas
osaran adularme.

©Trini Reina/2011
Pintura de Henri Edmond Cross

23 de junio de 2018

Isla sin geografía



Inalterable
abandonaste las orillas
de esa isla
vencida de tus aguas.

Cruzas el océano ignorado
por los constantes,
llevando entre las manos
la tibieza de la herida que infringiste.

Su voz te nombra, te nombra…
pero reafirmas el silencio en tu boca
y, enloquecida, gira la súplica en el aire.

Desprendido de sus perfiles,
alcanzas la línea secular del horizonte.
Y de espaldas a la rompiente,
olvidas las coordenadas
de aquella isla
ya sin geografía.

©Trini Reina/Marzo de 2011

Obra de Pino Danei

5 de junio de 2018

Hay...



Hay un muro sobre los hombros
y en la garganta siete espigas,
hay un temor entre los ojos,
brincando de esquina en esquina.

Hay un millar de sueños romos
y algún silencio que se inclina
a babor de doce presagios
y seis promesas incumplidas.

Hay diez sábados generosos
y cien horas intempestivas,
un kilómetro de hado amargo
y muchas cruzadas fallidas.

Hay un suspiro rumoroso
dentro de un torrente de espinas,
y, aún así,
queda en el corazón un gozo
de nueve lunas consentidas. 

©Trini Reina/Febrero 2011

1 de junio de 2018

Allí...



Allí.
Lejos de las sombras,
de los tratados,
de las caretas;
lejos de los reptiles
de la codicia,
de las fronteras.

Allí
arriba de los sueños,
rayando las estrellas,
con el alma en las colinas
de las atalayas de la tierra.

Pleno,
cálido,
de espuma,
jamás de piedra;
rodeado de auroras,
de mayos,
de verbenas…

Dicen que soñaba…
Y él responde:
¡que siempre sea!

©Trini Reina/octubre de 2011
Ilustración de Edmund Dulac 

29 de mayo de 2018

Tibiezas


Un extraño silencio
-como de arte-
penetra y se nombra parte
de las alas de este sábado
tan de agua.

Apenas la lluvia,
con suceder afiebrado,
otorga variantes a la callada acuarela.

Pasan las horas
sin alterar el celaje
sin que tiempo o voluntad,
inquieten el equilibrio de las afueras;
ni la médula de este refugio,
tan tibio y pleno y mío.

©Trini Reina/ Mayo de 2011
Obra de Mark Keller

21 de mayo de 2018

Ni mayos ni albas



Es muy tarde,
casi se fueron las estrellas
y la noche tiene color de agua.
Caminamos  sin saber
donde nos allegará
este divagar sin causa.
Retiemblan los relojes en las torres
-¡qué altas!-.
A lo lejos,
en el umbral de la calle larga,
están regando el asfalto
dos siluetas cansadas.
Sobre nosotros desciende
una red de hilos malvas.
No quieren paz nuestros pasos
ni requieren llegada,
ni mayos,
ni albas.
Sólo dilatar el minuto
de esta ventura inesperada.

©Trini Reina/Mayo 2011
Obra deMark Keller

4 de mayo de 2018

La vida a plazos...


Que sí, que puede que el ascensor se desplome y quede tu cuerpo como el país de un abanico. Que nunca se está a salvo de que algún desdichado, fardando de lata, pise de improviso el acelerador, o que una esquina antes haya burlado un control  de alcoholemia de improbable superación; o que una ventisca espontánea derribe un tiesto siete plantas más arriba y te corone de flores la testa y el sepelio.

Que sí, que no se está libre de que te desvalijen la cartera y la vida, ni de que un infarto decida, después de tanta batalla, de golpe fulminarte.
Pero hoy es imposible controlar esa pelea de gallos en la barriga,
ni borrar con maquillaje el amarillo sin sol del semblante, ni obviar el miedo, que se arrellana a sus anchas en el palco de las pupilas.

Y de golpe, el silencio, la quietud reconquistando los órganos, el inexplicable júbilo de los enfermos cuando le prolongan los plazos.

...Y sales por aquella puerta,
y la entornas,
y dejas atrás camillas,
batas inmaculadas,
murmullos,
el pánico maniatado de los que esperan,
la voluntaria que ofrece café o caramelos
para endulzar la incertidumbre
y entonar la confianza.

Y subes
-rediviva-,
las escaleras,
como si de espuma se tratara.
Y sales a la calle.
Sales a la calle
y recuerdas respirar…

©Trini Reina/diciembre 2011

3 de abril de 2018

Momento...(De lo Cotidiano)



En esta tarde sabatina y ancha paso las horas leyendo a poetas casi desconocidos, y en cada verso se acrecienta en mí la tristeza al percibir tanta belleza relegada.

En la calma profunda donde me hallo, de repente algo me sobresalta. Es un cohete que estalla y rompe el hilo del penúltimo poema.
Vuelvo mis ojos a la transparencia de la ventana y percibo cómo el aire es caricia brusca sobre las ramas que oscilan alocadas en el jardín de enfrente, mientras el sol va plegando sus cabos amarillos.
El tiempo de las afueras parece desapacible; cosas de la primavera que, a veces, se deleita jugando a ser otoño. Los sonidos de la calle traspasan los cristales: el constante rachear del tráfico, las altas risas adolescentes, el murmullo del partido en el patio cercano, algún pájaro arribando al nido, más cohetes…
Dice el reloj que son las siete y la luz rojiza del cielo lo certifica.
Una motocicleta acelera al sobrepasar la rotonda y, a su paso estruendoso, el silencio decide acentuarse.
Entonces, regreso a mis libros y, mientras sus obras leo, libero a estos poetas del parcial olvido.

©Trini Reina/Marzo 2011

14 de marzo de 2018

Auroras...



Por una calle en ascuas camina.
A largos pasos,
sobre el negro asfalto.
Negro,
como la boca de un puma
de dientes adelgazados.
Camina,
a solas,
sin otra alma que abrevie la estela
de sus andares esclarecidos.
Sola.
Todo su afán
en la aurora que vislumbra,
más allá de las fronteras
de esta ciudad
aliada de las sombras.

©Trini Reina/Octubre 2011
Obra de Janet Ternoff

21 de diciembre de 2017

Cauce


¿Qué fuiste?
Llama y armadura.

¿Y ahora?
Cauce y alquimia.

¿Qué fuiste?
Ballesta y negrura.

¿Y ahora?
Onda y vendimia.

¿Qué fuiste?
Dilema y agrura.

¿Y ahora?
Violeta encendida.

©Trini Reina/2011
Obra de Ferdinand Hodler


19 de diciembre de 2017

Verde abrigo


La tarde:
un ir y venir
de alas
sobre la armonía
de su hojarasca.
Las ramas
alcanzan los perfiles
de esta ventana
desde la que lo nombro.
No tiene nidos
mi árbol,
pero abriga;
a los pájaros,
a mis ojos.

©Trini Reina/2011

25 de noviembre de 2017

A una mujer anónima

 

El acero domina las líneas, bóveda y suelo crujen de asepsia y en las esquinas bosteza el último dragón con que soñaste.

Pesa el silencio que te amortaja. Como a plomo desciende sobre este espacio la ceniza que te reclama. Nadie vino a interrogar por tu destino y sólo el aire conoce las letras de tu nombre. El frío es la cuna que acoge la póstuma gota de tu sangre ultrajada. Tan olvidada eres en tu cadáver como ignorada fuiste por la fraternidad que pregonan los falsarios.

Implacables fueron los jóvenes años que se te concedieron. Nunca transitaste a piel completa la alegría. Posiblemente, allá en tu ancha tierra, algún instante la vivieras, pero tan lejos quedó en el ayer que acaso creyeras que lo conjeturaste.

Y se paró tu tránsito, cuando ya la noche se rompía, en esa tarde adversa de jueves, bajo  los rótulos de una ciudad tan hermosa como, para ti, ajena.
*
Duele este abandono que te parte y reflexiono sobre la  armonía de la que tal vez ahora goces, ya sin el contra respiro que la vida te brindó.

©Trini Reina
Enero 2011

18 de noviembre de 2017

Lejana...


Lejana,
sin nadie inclinado
al porqué de sus pasos,
hacia donde su hégira,
o qué instinto la fustiga.

Lejana,
tentada de hielo,
despoblada de alma.
Sombra apátrida,
heridas las huellas
y las sienes.

Frente a ella
alguien ondea
la palabra amor.
Pero hace siglos
la nevada confundió sus ojos.

©Trini Reina
Septiembre 2011
Obra de Leonid Afrémov

25 de octubre de 2017

Todo el silencio...


No silbó el tren cruzando el páramo,
ni la luna se alzó sobre las piedras.
Miedo y hambre y combatieron
en la curva sin luz de la frontera.

No chifló el viento por el llano,
ni la alondra entonó su cantinela.
Silencio y odio clavaron aceros
en la blandura de las banderas.

No se otorgó voz a los sensatos
ni en las torres sonaron las esferas.
Justicia y condena cayeron
en la boca filosa de la tragedia.

No irradió Venus sus aristas
en la noche sin aire del espanto.
Y sólo el lobo -daga en sus pupilas-
tuteló la cal yacente
de aquellos huesos delatados.

©Trini Reina/octubre 2011

23 de octubre de 2017

Oasis


En este sucederse inevitable
el deseo acontece de lo exacto
y crepita
con fiereza incandescente,
atravesando las columnas del sueño.

La luz se vierte sobre la piel
confundiéndola de lunas
y arde
esta noche que desnuda lujurias,
como la sed desviste oasis en el desierto.

©Trini Reina/Julio 2011
Obra de Nicoletta Tomas 

12 de octubre de 2017

Contrapunto


Un desaliento afilado
horada tus huesos de siglos
y, esa impiedad
-de alas generosas-
define los ejes del cuerpo
y su biografía.

A pulmón abierto imploras osadía
al espíritu descendente;
fustas que esgriman el contrapunto
a su derrota.

Y, flameando redaños y afanes,
vas de rabia infecunda
a furia libertada,
tratando de inyectar mediodías,
al sur de tus cepas azuladas.

©Trini Reina/2011
Obra de Stojan Milanov