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2 de octubre de 2018

El otoño desenreda matices...



El otoño desenreda matices
amansando la furia azul del cielo.
El campo es forja de fruto y anhelo
y el mar dispensa algas a sus tapices.

Consolida la tarde directrices
y prende luminarias en el suelo.
Sube al atrio del ocaso un rayuelo,
alterando en la bóveda barnices.

La luna salmodia galanterías
admirando en el agua sus facciones,
y confiere espejo a las noches frías.

La escena conmueve con simetría
los perfiles rasos de mis pasiones.
En mi alma, el otoño es alegoría.


©Trini Reina/Octubre 2010
Obra de Isabel Navarro Verdú

29 de noviembre de 2017

Soneto II


Soliviantado, mi cuerpo reclama
sosiego de otro cuerpo generoso,
que serene este anhelo misterioso
que oprimirlo bajo su yugo clama.

Ningún sentido atiende tal proclama,
y en soledad este ser candoroso
atesora en alma y corazón: gozo,
aguardando que se escarche la llama.

Acullá de mi pecho y mis entrañas
a los rotos límites del olvido
¡huye desaire! arrastra tus guadañas,
otorga paz al deseo extenuado
que, de cederse sin ser asistido,
en la piel yace triste y subyugado.

©Trini Reina/Lunes 11 de febrero 2008
Obra de Daniel F. Gerhartzu

4 de junio de 2017

Soneto V


Este querer forjado torpemente,
que escala la base del infinito.
Esta fuerza que desata al poniente,
sur abisal en que me precipito.

Esta mujer que se abre diferente,
a la mujer vigilia en la que habito.
Este fuego conmigo reverente
tan  tenso de fulgor como exquisito.

Esas  pesadillas del desencanto,
de las que lentamente resucito.
Esas estaciones de oscuro canto,

que al son de tu cuerpo deshabilito.
Este regresarme desde el quebranto
a la fiera pasión donde gravito. 

©Trini Reina/diciembre 2013
Pintura de Irene Sheri

1 de diciembre de 2015

Vestigios (Soneto)


La lluvia cala las calles, clemente,
esta tarde cabizbaja de adviento.
Vehemente y a ráfagas el viento,
fustiga el empedrado intermitente.

Suspendido el paisaje decadente.
El reloj transita con desaliento
y un vestigio como de otrora, cruento,
al espíritu comprime insistente.

El entorno hiere al ser con terquedad
y de álgida saudade lo quebranta.
Mientras se multiplica la soledad.

Desafina la lluvia y su levedad
Con el rejón que oprime la garganta
y devasta las entrañas sin piedad.

©Trini Reina/Enero 2009
Imagen de la red