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30 de septiembre de 2017

Siluetas...


El humo traza siluetas
y las deja abandonadas
en las capiteles de la estancia.

Un aroma a lejanía
ocupa los rincones
de esta tarde asperjada
de nubes y miseria.

Las letras impronunciables
de un nombre
cruzan el puente del silencio
y se suicidan
en los charcos de la ausencia.


©Trini Reina/abril 2010
Obra de Andrei Belichenko

4 de diciembre de 2016

Te nombro...



A pesar de la herida
-puñal que quema-,
a pesar de la fusta
-que abre mis hombros-,
a pesar de las noches
-alondras sin luna-,
a pesar de mí,
te nombro.

 ©Trini Reina/Mayo de 2010
Obra de William Dunn Knox 

18 de septiembre de 2016

Salió de casa...


Salió de casa,
bajó la escalera,
cerró la verja del zaguán,
caminó como quien no sabe destino,
la cabeza gacha,
rehuyendo gentes,
y saludos,
y mendigos,
y pájaros.

 Salvó la primera esquina,
la segunda,
la tercera,
llegó a la avenida,
paró junto al semáforo,
cruzó,
vio la casa que buscaba,
posó los ojos en el jardincillo,
dominado por asoladas plantas
y tiestos herrumbrados.

Pulsó el timbre
con nerviosa delicadeza,
el sonido rodó y rebotó
contra el silencio,
quebrando telarañas,
rasgando vacíos.
Eco categórico
sentencia irrebatible.

Nadie atendió.
La ausencia no encontró la llave
que bien guardó la muerte.

©Trini Reina
Septiembre 2016

Obra de Juan Nicieza Lavilla


18 de julio de 2016

Parvedad 66


Atrás quedó la fiesta
de la sangre encendida.

Asida a las letras de tu nombre
subsisto
en este páramo donde comparto
mi frío con tu ausencia.

©Trini Reina
Julio 2016
Obra de Andrea Orr

3 de noviembre de 2015

Nocturno


Noche inclemente.
En el soportal maúllan dos gatos
y se encrespa un trueno.
El viento flagela contraventanas
y aúlla, desgarrando
la vastedad del silencio.

Sobre el asfalto desafinan los autos.
En la lejanía suplica un perro.
Unos pasos mortifican la calzada,
y unas llaves caen al suelo.
Canturrea la lluvia
con denodado aliento
y la noche cabal avanza.
a ritmo húmedo
y péndulo lento.

Duermen búhos y brujas,
mas de él se burla el sueño.
La cama es un páramo;
las sábanas, gélido trayecto.
La ausencia no ocupa espacio,
sólo horada pechos.
Y avasalla corazones
y trepana huesos.

Altura cosecha la madrugada.
Los gatos duplican su lamento.
El viento decreta aquietarse,
y continúa, continúa lloviendo.

©Trini Reina
29 de abril de 2009
Imagen de la red