Mostrando entradas con la etiqueta Mar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mar. Mostrar todas las entradas

4 de septiembre de 2018

A contra pendiente


En la angosta subida,
el viento arrasa los detalles.
A la derecha, 
-las puertas del mundo abiertas-
el mar es furia 
de espuma y golpes,
estruendo de olas,
fragancia de la esencia,
crepitar de las aguas...

A contra pendiente, 
una mujer enarbola el íntimo blasón de su victoria, 
y de complacencia se inflama.
La sal foránea,
se confunde con el fluir de lágrimas, 
y en el rostro se incendian
las angustias del ayer.

El viento juega a frenarla,
mas la plenitud hace laureles del trayecto.
Ya en la cumbre
el faro es el icono de la clemencia de los siglos.
En la glorieta, que a la torre sirve de base,
la mujer, a bocanadas, inspira vida
y, trasminada de dicha y mar,
con ella misma sella la paz.


©Trini Reina/Septiembre 2010
Obra de Jean Pierre Cassigneul 

21 de julio de 2018

En la playa altanera


En la playa altanera
donde se rinden las olas,
la espuma se explaya
en el caliente amarillo de la arena.

Suenan las conchas
y el sonido rememora tus palabras,
cuando aún exponías la corola  del amor
sin temer el marchitarse de sus pétalos.

Ahora en las aguas
el desamor se  refleja en espejo de nieve.
Las olas encrespadas me son ariscas
y el susurro de las conchas,
en su vértigo,
sólo es preludio de invierno y olvido.
 
©Trini Reina/julio 2018
Obra de Alexey Slusar  

4 de agosto de 2017

Junto a la orilla...


Junto a la orilla,
la mujer
es puñal de luz
hiriendo de muerte
a la noche.

El mar la convoca,
la palpa,
la seduce,
la ciñe,
la empapa.
El mar…
quejido de ida y vuelta
desgajando el silencio
en que su piel se hiela.

En la arena,
el primer sol descubre
-entre plumas y algas-
las sandalias
-alineadas con esmero-
y la blusa
que el agua rechazara.

Y en el aire
se hace ala
la aguda ausencia
de la que ya no es.

©Trini Reina/26 de mayo 2012

14 de julio de 2017

Marina 2


Un mar inflamado
 irrumpe en las rocas
 con cadencias de ardor y espuma.
Las arrulla, ímpetu roto
que anhela en ellas sembrarse.
Mas, renunciando a la quietud,
se arquea y vuelve
a la turbia raíz que lo reclama.

©Trini Reina/2009

9 de mayo de 2017

16 de abril de 2017

16 de noviembre de 2016

16 de agosto de 2016

6 de agosto de 2016

1 de agosto de 2016

Surge el agua...


Surge el agua:
densa, arisca, sonora,
desde la altura.
Y en el llano,
se vuelve
serena, delgada, festiva.

El mar la espera.
Y pleno de sal y memoria,
recibe al cauce.
Y suma el instante
a la inercia de los siglos.

©Trini Reina/2012
Obra de Ferdinand G. Waldmüller

13 de julio de 2016

Marina


En el fondo tremolante de algas,
sonoroso de espuma verde
y música de sal furiosa,
rompiendo las rocas de los siglos,
el mar es un vaivén
en la ola de los tiempos.

La incógnita del horizonte,
suspende los iris del caminante,
calándolos de añiles…
e infinito.

©Trini Reina/2011
Obra de Edward E. Simmons

3 de junio de 2016

Marina


En el fondo tremolante de algas,
sonoroso de espuma verde
y música de sal furiosa,
rompiendo las rocas de los siglos,
el mar es un vaivén
en la ola de los tiempos.

La incógnita del horizonte,
suspende los iris del caminante,
calándolos de añiles…
e infinito.

©Trini Reina
Junio de 2014
Obra de Edward E. Simmons

1 de mayo de 2016

Barquita sureña...


Al sol, tendidas las redes.
Alfombra de hilo
reposando en la arena.
Y una barca,
que la mano amiga del pescador espera.

El mar, hoy en calma,
con ella coquetea.
Ven conmigo, le susurra.
Mis aguas te aguardan
bullendo promesas.

Un tesoro de peces te daré.
Y, si quieres, para tu exorno,
un abalorio de perlas.
Y te meceré en mis brazos
de espumas y nieblas.

Quiero ser tu amante,
barquita de pesca.
Desde tu proa a tu popa te amaré;
de mi pasión serás la dueña.

Deja que te acoja en mis aguas,
barquita sureña.
Que hoy para ti luzco sereno,
olvidada quedó mi fiereza.

No esperes al pescador.
¡Ven conmigo!
Que me muero de impaciencia.

Yo colmaré tus redes
de peces y estrellas.
Y, cuando en la madrugada,
aparezca la luna
a acicalar en mi espejo
su tez de luz morena,
yo te devolveré,
alborozada y plena;
a la segura quietud
de tu puerto en tierra.

® Trini Reina
21 de abril de 2006