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14 de julio de 2025

Días

Autor de la fotografía: Goathemala

Días de vergeles o abismos.
De acerbas lágrimas o asoleadas risas.
Días de laureles o vino amargo;
visibles o invisibles días.

Días amables que se eternizan,
y marcados a fuego permanecen
en el riguroso pergamino de la vida.
Días que a la melancolía se adhieren
y anhelas incinerarlos en la memoria,
con tesón y cal viva;
pero hasta las cenizas duelen
y el olvido te esquiva.

Días de inútiles silencios,
de canoros pájaros,
de palabras suspendidas.
Días austeros incluso en sus grises.
Índigos y rumbosos días.

Días sublimes hasta el pecado,
o subrayados de insidias.
Días de soledad y cipreses.
De auroras y siemprevivas.
Días sonorosos, cual fragor de olas.
Días mortecinos que hieren las horas en su agonía.

Hay días en que el alma,
a medio latido,
suspira, suspira, suspira...

©Trini Reina
De los poemarios"A medio latido del alma" y "Azules atardeceres de la memoria"

13 de julio de 2025

Dunas

Imagen de la red
Clavó los pies en la cumbre de una duna, obnubilada por la sinuosidad que aparentaba, mas el viento sopló inmisericorde, hasta dejarla suspendida en el vacío. Se sintió caer e intentó asirse; abrió las manos y sus palmas se estrellaron contra el aire.


Su boca buscó, para su espíritu maltrecho, la salud de un beso, pero sus labios se posaron en la nada. Adelantó el cuerpo, suplicando aquella caricia que la sustrajera del vértigo, mas ésta la esquivó, dejándola abandonada cual pájaro herido.

Entonces gritó en su desespero, mientras buscaba la quietud en el torbellino, y a lo lejos le respondió un eco, que parecía emanar del alma. A ciegas persiguió el espectral sonido y un sexto sentido la conminó a desviarse de las fronteras del abismo.

De algún lugar que no adivina, acertó la estrategia que la llevó a reconquistar la confianza. Giró sobre sí misma y, sintiéndose a salvo, abrió los ojos a la vida y los posó en un horizonte promisorio, perfilado de violeta.

Y el sol, que rompiendo tinieblas se elevaba, le ofrendó su áurea sonrisa de amanecida.

©Trini Reina
12/11/2007
Del poemario "A medio latido del alma"

12 de julio de 2025

Dónde

Imagen de la red

¿Dónde fue a morir la ilusión, alimento de esta alma ilusa?
Aquí marchita de tristeza y hambre, con su letanía me conmueve.

No hay música que despierte, de su tumba o su letargo,
a esa ilusión que antaño de juventud tejida,
a este espíritu árido y gris de hoy de sueños proveía
y que, en su alegría, al cuerpo que ahora, más que portarlo, padece,
en perpetuos arco iris ceñía.

¿Dónde fue a morir la ilusión, otrora fontana, del alma mía...?

®Trini Reina
02/01/2008
Del Poemario "A medio latido del alma"
 

11 de julio de 2025

Distancias

 

Imagen de la red

Entre mis sueños apareces
dejándome herido en plena noche,
cuando la luna,
martirio de mis madrugadas,
su palidez ostenta.
O, al alba,
que exalta mis esperanzas,
para arrancármelas a traición
en el crepúsculo.

Mas, aunque atravieses desiertos
que te tornen imposible al favor de mis brazos,
aunque cruces océanos infinitos
que te arriben a puertos vedados a cualquier hombre,
así te alejes hasta lo inalcanzable,
así en tu hégira, con los dedos adules al horizonte,
jamás conseguirás eludir mi presencia.

Porque yo,
que renuncié al afán de esquivar la tuya,
ya constituyo parte de tu existencia
y los recuerdos, para los que no existen distancias,
en nosotros se inmortalizan.

©Trini Reina
30/11/2007
Del Poemario "A medio latido del alma"

10 de julio de 2025

Acuarelas

Imagen de la red
Nada ha cambiado, descubro en mi retorno…

En el paisaje que una vez compartimos, los días se perpetúan en este lene matiz de otoño; el río, la casa, la arboleda exuberante que hiere al contrastar con el jardín sombrío y eternizado en mi memoria. El banco donde te esperé aquella remota tarde de lozanas alegrías, cuando el crepúsculo y hasta el aire conspiraron para entretejer nuestros destinos.

Luego, lejos de aquí, vendrían los acerbos días y aquellas noches que no merecían el alba. Y si alguna vez lo alcanzaban, el cielo se negaba a despojarse de su túnica de nubes.

Nada ha cambiado en las afueras de mí, pero engañarte no puedo. Sabes que, despojado de ti, en mi corazón reina el vacío y, mi alma, profanada de soledad en su seno se conmueve.

Regresé a casa sin ti, para de ti redimirme en el santuario que un día venturosos habitamos, y a pesar de que tan siquiera una flor ha modificado la acuarela, la expiración de aquel amor, aquí, multiplica en mi pecho la agonía.

©Trini Reina
07/09/2007
Del Poemario "A medio latido del alma"

10 de julio de 2018

Días de sol...


¿Dónde fueron a morir los días de sol,
aquellos días felices como estrellas?;
la casa, que hería con su blancura,
las puertas, eternamente abiertas,
por donde la dicha, entrando y saliendo,
tintinaba sus campanillas.

¿Dónde fueron a morir aquellos días jóvenes y azules?
¿Dónde giran pulverizados?
Días, perpetuamente albas,
mañanas de árboles desnudos, vestidos de pájaros,
tardes de tremolantes rosas,
irradiando su fragancia
en los jardines sembrados de niños alegres,
con sus sonrisas de cometas.

Reminiscencias tibias de unos días
en que la sal de las lágrimas jamás tocaba al corazón. 
Hermosos días de espontáneas risas, blancas y dulces.

¿Dónde fueron a morir aquellos días dobles de sol?
¿Por qué ahora las nubes maculan 
tan frecuentemente el horizonte?

®Trini Reina
06/12/2007
Obra de Alexey Slusar

13 de noviembre de 2009

¿Te acuerdas?

 

Imagen de la red
¿Te acuerdas?

Vencimos a la soledad,
adalid de nuestro universo,
pintamos de estrellas las paredes
y sembramos de pájaros el cielo.

Unidos,
derrotamos al invierno,
con soles de risas
y caricias de fuego.
La primavera se adelantó,
era diciembre
y florecieron los cerezos.
La nieve se volvió azahar
y nos ciñó con guirnalda de pétalos.

Arrinconamos prejuicios,
nos sedujimos sin complejos,
resurgimos de mutuas cenizas,
conferimos música a los silencios.
Y a la par deshojamos
la cárdena rosa de los secretos.

Y fuimos corazones afinados,
almas emergiendo de un sueño,
que acabaron desatándose
de las cadenas de ese infierno;
donde por separado sobrevivimos
hasta aquel suspirado encuentro.

¿Te acuerdas?
Ven,
volvamos a querernos.

© Trini Reina
30 de abril 2008