Conscientes somos de este
vago paraíso deleble, de este paisaje sin nombre que transitamos. Pero, ¿qué
nos importa, si somos los dueños del ahora?
Mañana, posiblemente,
llegará el caos, la realidad descalza, el sepelio de algún sueño (no todos mueren
juntos), la tremenda ausencia, en la piel, del deseo; la eternidad asomando
tras el blasón de los iris…
Pero eso será mañana. Acaso,
la espera será lustral.
¿Qué nos importa en este
segundo su concreción si somos los dueños -siempre inseguros- del ahora?
©Trini Reina/junio 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario