26 de enero de 2010

La vereda se hace hilo...

 


Aquí y allá,
dispersados,
llameando soledades,
testigos del pasado.

Los más afortunados
sin memoria,
coexisten
en una cárcel de cristal y mármol.

No piensan huir
pues saben
que no hay lugar en que se los anhele.
El silencio va tronchando sonidos
y el invierno decora jardines y canas.

Traspasados,
se precipitan a diario
por la montaña incierta
de una aurora que puede ser la última.
Defraudados por la ternura
se mecen en un naufragio ancho
para el que dejaron de aguardar rescate.

Entre ellos y la muerte,
la vereda se hace hilo.
y la noche avanza lentamente,
abriendo postigos a los fantasmas.

Cristal y mármol...
La asepsia macula el espacio,
donde se suicidó la esperanza.

©Trini Reina
Enero 2010

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