7 de enero de 2010

Rebeliones

 

Imagen de la red

Hay una rebeldía intrínseca y luminosa,
que niega capacidad a la desolación amenazante.
No preguntes dónde nace,
ni en qué país despliega sus laureles.
Deja que en tu sonrisa se columpie esa incógnita.
Ella sola se basta para cancelar abismos.
Su poder reconstruye, sin desmayo,
la urdimbre azulada del alma,
antagonista de la melancolía.

Hay una rebeldía intrínseca y alargada
que impide a los huesos resquebrajarse,
que canta nanas a unas fibras imposibles,
que caldea corazones plagados de diciembres.

Hay una rebeldía intrínseca y portentosa,
que abrevia malignidades,
muestra sus colmillos al sufrimiento
y espanta con brío y luminiscencia
al desalmado heraldo de la muerte.

©Trini Reina
Enero 2010

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