Imagen de la red
Me llevo el aura de los felices días, el brillo lunar de tu mirada, tan dorada que, al mirarte, frente a los rayos de Selene me sentía. Me llevo el reverberar de tu risa, que hasta mi corazón llegaba, despertándolo a la dicha. Y la gravedad de tu gesto cuando, aparentemente airado, me reprendías.
Yo me llevo esa mueca de tu boca que, a mi piel, de deseo estremecía.
Me llevo tantas cosas de esta etapa que hoy termina… Aparcado dejé los momentos tristes, para así olvidarlos enseguida, y sólo retengo lo bueno que, a ti y a mí, de ilusión nos conmovía: la belleza cómplice de aquel tiempo enamorado, la urgencia de vernos, el vacío dulce de las despedidas… Yo me llevo tu cariño, el que contenían tus caricias, y la ternura que me dabas, cuando aún tu casa era la mía.
Me llevo los besos apasionados que posabas en mis labios y que yo, con vehemencia, a tus labios devolvía.
Y también me llevo el sueño de reencontrarnos un bienaventurado día, porque el destino es inconstante y quién sabe si nuestras almas tornarán a vincularse en alguna remota estrella fugitiva.
© Trini Reina
Yo me llevo esa mueca de tu boca que, a mi piel, de deseo estremecía.
Me llevo tantas cosas de esta etapa que hoy termina… Aparcado dejé los momentos tristes, para así olvidarlos enseguida, y sólo retengo lo bueno que, a ti y a mí, de ilusión nos conmovía: la belleza cómplice de aquel tiempo enamorado, la urgencia de vernos, el vacío dulce de las despedidas… Yo me llevo tu cariño, el que contenían tus caricias, y la ternura que me dabas, cuando aún tu casa era la mía.
Me llevo los besos apasionados que posabas en mis labios y que yo, con vehemencia, a tus labios devolvía.
Y también me llevo el sueño de reencontrarnos un bienaventurado día, porque el destino es inconstante y quién sabe si nuestras almas tornarán a vincularse en alguna remota estrella fugitiva.
© Trini Reina
29 de abril de 2007
Del Poemario "Sueños en pos de un olvido"
No hay comentarios:
Publicar un comentario