Y despertamos.
Comparece desde lejos la aurora
inundándonos de malvas y rocío.
La vida nos moja gota a gota,
hasta que, como aluvión
nos desconcierta, la órbita del día.
Arrojados de la sutileza
nos deslizamos hasta el vórtice de la rutina.
El aire huele a café y voluntad
este domingo que cacarea
igual al sábado que aún chirría
-consanguíneas son las jornadas-
La noche parece una utopía
en estas horas traslúcidas como las uvas.
Pintura de Dimitri Danish
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