De Lo Cotidiano...

Tal día como hoy, allá por el año 2002, me confirmaron que lo que yo pensaba un dolor muscular, no era otra cosa que una formación tumoral…

Tras el impacto, llegó la negación, la incertidumbre, la rebeldía…la aceptación.

Tras aceptar el dictamen, mi vida dio un giro de 180 grados. Mi vida… Mi vida, YO.

Creció mi sonrisa, me volví más optimista, empática, libertada, generosa, serena… Menos cómoda. Más solidaria. Perdí las amarras, limé mis alambres, salté barreras y me abrí paso con fe sobre los obstáculos que, ahora pienso, eran más mentales que reales.

Estos catorce años, toda una vida, cuando la vida parece tener tanta prisa, han significado para mí una dádiva de la naturaleza, un roce gentil de Dios, una oportunidad para, a pesar de la enfermedad, extraerle el jugo a la vida. El jugo que no fui capaz de hallar, acaso ni de buscar, cuando todo el poder de la salud me sacudía.

Sé que hay un destino insobornable. Por el camino voy. Voy cantando y reconocida hacía esa meta que, ojalá, me sorprenda con su lejanía…

©Trini Reina

Mayo 2016