26 de agosto de 2016

De lo cotidiano, El grito

¡Basta!

Ya está bien de callar más tiempo por temor a tus frecuentes zarpazos, por recelo ante tus asiduas venganzas.

Ya te he respetado bastante dándote la oportunidad de replantear la voracidad de tu actitud. He dejado pasar una semana tras otra, esperando y rogando hasta rendirme y volviendo a comenzar.
Quizás el lunes, tal vez el viernes, o el domingo, acaso.
¡Sólo unos días de respiro!

No. Ya no puedo seguir callando. No, mientras me robas el resuello y, sobre todo, la escasa energía con que ahora cuenta mi pequeño cuerpo devastado.

¡Basta! ¡Basta! ¡Basta!..
A boca llena y, por qué no, con algo de escama ante la irreverencia de mi exabrupto, te grito, basta.
Sí, grito ¡Te odio!
Te odio tanto… Verano!

 ©Trini Reina/agosto 2016

Obra de Edvard Munch

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