En el rebullir del sueño
algunos trenes sin estación se suceden.
Y un vaho disperso,
y un ramo de rosas amarillas.
Es un tremolar violento
de escenas inconexas,
de idas y venidas
y voces desde el fondo.
Es un trajín de latidos,
de risas incompletas,
de clarines obstinados.
Es el duro peso de mis párpados
doliéndose y dolidos de sueño,
y de mis huesos quebrados;
como última raíz
en el erial de las sábanas.
Es un cansancio extremo
que raudo pasa.
Y, como en un terso espejo,
el reflejo perdurable,
de las rosas amarillas…
Obra de Charles Ethan Porter
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