Cual si bracearan en agua densa,
poblada de invisibles medusas.
Dámaso Alonso
Aquellas hijas de la sombra,
perseguían la vía de las estrellas;
abandonadas al abismo de la geografía.
En sus cabellos deliraba la espuma
y en los ojos anidaban los gritos,
mientras la sal era visado
a una tierra promisoria,
de la que jamás supieron nombre.
Feroz fue la odisea hasta arribar
a confusa orilla, allende del paraíso,
y en las que, burdamente,
las luciérnagas, fingían ser luceros.
©Trini Reina
Tomares, marzo de 2012
Pintura de Isabel Navarro Verdú
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