Dice la voz popular: hay gente para todo… Cosa que yo comparto,
por supuesto. Y, como hay gente para
todo, sé que existen abuelos que no quieren saber nada de sus nietos, hijos que no
soportan a sus padres, padres que dimiten de sus hijos, dueños que dan
mala vida a sus animales, y así...
Por tanto, y a lo que iba, confieso
querer a mis niet@s. Adoro a la que ahora
tengo, y sé que adoraré a los que,
espero, más temprano que tarde, lleguen.
Por eso me gustaría que, cuando un
juez dicte sentencia de separación o divorcio, bien a favor de la mujer o a
favor del hombre; bien en paz o en “guerra”; agregue una cláusula que hable sobre
los derechos de los abuelos: maternos y
paternos, por igual.
Sé que, en esta situación que comento,
hay miles de abuel@s. Abuelos que SÍ quieren tener cerca y ser partícipes del criar y vivir de sus niet@s. Sus avances en el país de la vida: los
primeros pasos, sus nacientes palabras, sus constantes preguntas, los cambios
cotidianos. Secar sus lágrimas, reír al son de sus risas, mimarlos, dejarse abrazar por ellos
y respirarlos y olerlos y sentirlos
latir y abrazarlos… Abrazarlos tan a menudo como sea posible, y más. Que a los abuelos nos pesa la prisa y nos pisa el calendario…
PD:Ahora que todos luchamos y rogamos por los derechos de la mujer, cosa
que hago y alabo, muchas veces pienso que las abuelas somos las grandes
olvidadas, dentro de estas reivindicaciones, y por
eso quiero recordarlo a diario. Recalcar que, también somos mujeres las abuelas…
En una tarde de verano y calor y julio... Trini Reina
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