Imagen de la red
Torpemente te busqué
por presagios y tinieblas,
ternuras triangulares,
el plomo de las esquinas,
los festones de la tarde.
Torpemente te llamé
por arrabales y calendas,
cautivas vanidades,
los números y las espigas,
el silencio trepidante.
Torpemente te lloré
por el atlas de la ausencia,
cadenas inmemoriales,
el subterráneo de la autoestima,
a contra júbilo y tonante.
Tardamente te olvidé
con la brega de la disciplina,
las brújulas demenciales,
el pañuelo de agosto en las salinas,
los años y sus necedades.
©Trini Reina
Febrero 2011
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