El olor de las flores secretas,
secas que yacen al este de la cómoda,
entre cromos, pañuelos y mentiras,
me aboca a los perfiles adolescentes
de aquel primer amor callado y sin heridas,
que, como estos pétalos ajenos a la tersura,
se desvaneció en el seísmo de los años.
©Trini Reina
Pequeñeces
No hay comentarios:
Publicar un comentario