11 de agosto de 2016

Tarde de verano

Es una pérdida de tiempo
estar aquí empeñada
en domar estos ojos
tan insomnes como túneles.

Lo intento una y otra vez,
pero el sueño se enreda
en las aspas del ventilador
incapaz de amainar calor y desvarío.

En el vaso se ha caldeado el agua.
Vuelvo a mirar el reloj
y la carcajada de las cinco
reverbera en mi frente.

Cierro los ojos,
provoco a la pereza,
rezo al olvido,
limo alfileres en las sienes
decreto calma a las arterias…

¡Que alguien acabe con este simulacro de siesta!

Retorno a la lectura,
así aligeren las horas del domingo,
así pueda restar cansancios al verano,
así aparezcan las musas que me esquivan.

Un Niágara de palabras
navega en mi memoria
y el leve rocío de un verso
se me niega.

©Trini Reina
Agosto 2011
Obra de Robert Brown


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