El carmesí de sus ocasos
la aspereza rubia del
membrillo,
la intensidad de castaños y cañadas
el dulce-ácido de los cítricos
las uvas transparentes
el vaho de la hojarasca
el oro de tu jersey…
Amo el otoño y su acuarela
de bronces y armonías.
Reverbera el sol en las
campanas lejanas
y un haz misterioso inflama
las paredes encaladas de la ermita.
Toda la tarde en si es una
incandescencia
templada y enamorante.
En esta siesta decembrina
tú y yo pasamos
- acordes deseos y latidos-
Tú y yo asiduos como el otoño.
Tú y yo tan anochecidos.
Diciembre de 2016
Obra de Grahan Gercken
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