En las alamedas de
los años
el aire interpreta
la agonía de las horas.
Un viejo cansancio
frena el peso de mis pasos,
pero nada detiene
el estilete de este hoy
en que presiento
que la senda se bifurca.
La vida,
como ala inquieta,
se suspende,
ajena al avanzar
de mi ocaso.
Arden de frío mis
huesos
a combates
doblegados.
©Trini Reina
diciembre de 2013
Obra de David
Cheifetz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.