Suena, suena, suena.
De repente, el paréntesis, el tremendo silencio que sucede al espanto del ruido.
Luego, lentamente, retornan los sonidos cotidianos que, ahora, tras el estrépito, incluso parecen soportables.
©Trini Reina
abril 2014
Pintura de Ernest Descals
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