Quizás, algún día, ellos lean
mis poemas.
Ya me habré ido por los
caracoles del aire...
Desdoblarán la profunda
galería que, a versos, concibió mi alma, y noción tendrán del extraordinario
universo que enfilé todos estos años, en que ellos llevaban las manos pobladas
de errores, o rebosantes de complacencias.
Quizá yo, desde tan lejos como
me traslade la muerte, los mire alguna tarde y con amargura vea como aquellos sentimientos impregnan sus ojos. Y puede que, con un
pañuelo de nubes, sin que casi me perciban —tal cuando vivía— les enjugue las
póstumas lágrimas.
Aunque más probable será que
mis poemas languidezcan —de polvo y abandono— sobre la estantería, donde con
elevado júbilo interior, los recopilé . O, que en un distanciar, para que no
duela, acaben arrojados al contenedor azul de la avenida.
©Trini Reina/abril 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.