Tengo
en mi pecho un tiovivo
y
una noria en el costado.
Y
en los ojos,
un
día, hierbabuena,
y
otro, mar picado.
Tengo
un frío de treinta copos
en
mi salud de claustro.
Un
torbellino en los huesos
y
las células renegando.
Tengo
un exilio en el vientre
y
una noche tocando, tocando,
un
laúd sin cuerdas
y
un violín extraviado.
Tengo
un desvarío tras las cejas
y
la garganta reclamando
licor
de anís acerbo
para
quemar el desencanto.
Tengo
voluntad de trigo
y
lealtad de galgo
y
una risa que empequeñece
soledad
y estragos.
Tengo
un amor de manzana
(sano,
sano).
Y
en la vida, en la vida
-siempre
activa-,
una
fe de tiros largos.
©Trini Reina/agosto 2018
Obra de Andre Kohn
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.