23 de junio de 2025

El rayo verde

Amédée Guillemin, “Los fenómenos de la física”, 1868

Nadie jamás la abrazó ¿Para qué?
Ella era tan fuerte, no necesitaba abrazos.
Era recia, de acero templado.
¿Para qué desperdiciar caricias,
consuelos y bellos vocablos?
Ella no merecía ser mimada,
era fuerte, de hierro forjado.

Todos a su alrededor la admiraban,
era, de virtudes, un dechado.
Todos lo percibían,
pero nadie miró en su corazón deshabitado.

Cierto día, un rayo verde iluminó su tejado.
Pero ella no supo verlo,
nunca antes la habían alumbrado.
Y, entre tanta penumbra,
la forma de amar había olvidado.

©Trini Reina/2005

No hay comentarios:

Publicar un comentario