Sólo pretendo ser línea de espuma en tu mar,
mínima partícula que se desliza en tu cielo,
una gota en el agua de tus fuentes,
un minuto al día en tus pensamientos;
la cinta de tu libro,
botón de tu chaleco;
en tus otoños, una hoja seca,
y una nube en tus inviernos;
la “jota” de tu risa,
poesía que adule tus sentimientos,
el secante de tus tristezas
y la panacea en tus tormentos.
¿Ves mi amor que poco pido?
Y tú, que te guardas quedo,
no envías señales
que agiten las frecuencias de mis silencios.
¡Qué soso eres bien mío!
¡Qué flojera abona tus huesos!
Si no te pido que corones en globo, la luna;
ni que recorras en patinete el universo.
Sólo deseo una mirada furtiva,
que hasta mí se descuelgue,
desde tus ojos negros.
Y un beso de tu boca
y una sonrisa que espante mis miedos,
una caricia de tus manos
y el roce en mi cara de uno de tus dedos.
una palabra de cariño
o un jazmín para mi pelo.
No deseo que me pesques una ola,
ni que me bajes un lucero,
sólo que cruces la acera,
que yo, a tu altura te espero,
con el corazón en vilo
y el alma en suspenso.
No dirás que soy ambiciosa,
no dirás que de egoísmo muero.
¿No ves qué poco pido?
¿Por qué me esquivas entonces, moreno?
Si tan sólo pretendo ser, en tu bolsillo, un sueño.
¡Y mira si tengo arte!
¡Mira con qué arte te quiero!
Que si a sabiendas de todo,
aún me guardas recelo,
la libertad te otorgo,
para que con ella engalanes
el ala de tu sombrero.
©Trini Reina/2005
Reeditado el 27/04/2008
En los Poemarios "Azules atardeceres de la memoria" y Azules rotos"
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