10 de abril de 2009

Vestida de domingo

Obra de Sofía Brown
Para ti he venido, con la sonrisa más directa, vestida de domingo.

Hasta ti llego, la soledad destronada, merced al gozo que ahora ilumina mi juicio otrora en sombras. Hasta ti me aproximo, cargada de promesas, cada una de ellas, concebidas por amor.

Hasta ti vengo cerrando huecos, difuminando brumas. Ante ti me revelo, solicitando magnánimos soles que entibien mi espíritu, por tan largo espacio humedecido.

Arribo laureada de regocijo, con la esperanza alerta y el desamor confinado. Traigo el desaire perdonado y practicado el olvido. Porto la paz desplegada, como esas alas que sin redes vuelan hacía el infinito.

Ante ti me descubro con los sentidos recuperados de añejos desencantos y, dispuesta a emprender itinerarios distintos que me rediman del pasado, del cual, hoy, sin rencor me despido.

Para ti tengo henchidos de besos los labios, anhelantes por pernoctar en tu boca y todas las caricias, que arrinconaron las derrotas, resucitan, y a dos manos, batallan contra la fría corriente de tu río.

Traigo la pasión desbocada y, en las entrañas, el deseo contenido.
Hasta ti llego, con el alma desnudada, irisada de ilusiones, hasta ti guío, febril por entregarse, al corazón desvestido.

Para ti he venido, con la sonrisa más directa, vestida de domingo.

©Trini Reina
30 de abril de 2006

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