Declina el sol en
ímpetu y ocres.
Al fondo se explaya la
arboleda,
bañándose en sombras.
El viento solivianta las
ramas
y las hojas modulan
una sinfonía melancólica.
La traslúcida fragancia
que de la escena dimana
inunda de silencio mi
garganta.
Los sentidos se dejan poseer
por los violetas que
clausuran la tarde
-matiz que violenta las
tapias del alma-;
en soledad peregrino por la
espesura,
en busca de un no sé qué que
me atrae
hasta los íntimos postigos
de la noche.
©Trini Reina
24 de abril 2009
Obra de Isabel Navarro Verdú
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