7 de mayo de 2018

La noche...


 La noche se desata
con bruno esplendor…

Mi alma no frecuenta sus estrellas,
ni el corazón palpita
ante el amarillo influjo de la luna,
aunque, en ocasiones,
le tiente perseverante su hermosura.

La noche se desata
con bruno esplendor…

Mis pasos se demoran
en las calles noctámbulas.
Y el espíritu, afligido,
galantea con la negrura
en un diálogo silencioso.

Hoy, disidente, te beso,
Te beso a pesar del celaje que me ciñe.
Mi ser empatiza con el tuyo
y sigo el gélido marchar de tus horas.
La brisa sonámbula te recorre
y al unísono la respiramos.

Porque hoy tú, noche,
has conseguido…
penetrarme hasta los huesos.

 ©Trini Reina/2008

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