4 de julio de 2025

Cábalas

Obra de Julian Schnabel

No eran tiempos de rogativas,
sino épocas de dádivas.
Obligados a darse íntegros,
sin cuartos de lunas de distancia.

Hilaridad a borbollones,
nada de rictus sin saleros,
las miradas románticas,
jubilosas por derecho.

Acomodada la paz en las blancas manos,
la bondad por el alma desparramada;
sinceramente el cuerpo entregado,
la vida altruistamente regalada.

Mas la clarividencia no es tu don,
te perdías en cada jugada;
bajabas y subías columpiado,
al vaivén de dudas y cábalas.

El pavor te poseía a ratos,
Valiente, acaso por errata,
volabas entre dos vientos,
caminabas en alpargatas.

La piel reclamaba a los sentidos,
la mente solaz para sus estancias.
Alzabas al aire la voz,
más con la boca tapujada.

Vamos a dormirlo todo,
acúnalo entre carámbanos y escarchas.
Ojalá, al despuntar la aurora,
divises el sosiego que te esquivaba
y escoltes al amor hasta su caverna jaspeada.

©Trini Reina
19 noviembre 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.