Autor de la pintura: Paul Delvaux (Robe de Meriee)
Arribó el amor. En aquella estación, ya nadie lo esperaba, tan avanzada la noche. Llegó el amor, y recorrió los fríos andenes, y en silencio, paso a paso, fue dejando vestigios de prodigiosa calidez.
Llegó el amor. Y aquella alma solitaria, que se vanagloriaba de ser la soberana del escepticismo, ésa, que hasta entonces se limitaba a ver pasar los trenes, ante aquel vendaval de seducción que contra ella arremetía; sólo pudo abrir los brazos, y entregarse sin dilación, a tan insigne viajero.
©Trini Reina
12 de agosto de 2006
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