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29 de mayo de 2018

Tibiezas


Un extraño silencio
-como de arte-
penetra y se nombra parte
de las alas de este sábado
tan de agua.

Apenas la lluvia,
con suceder afiebrado,
otorga variantes a la callada acuarela.

Pasan las horas
sin alterar el celaje
sin que tiempo o voluntad,
inquieten el equilibrio de las afueras;
ni la médula de este refugio,
tan tibio y pleno y mío.

©Trini Reina/ Mayo de 2011
Obra de Mark Keller

31 de julio de 2017

Silencio...


¿Por qué no callas?,
 y acatas el duelo que me asola.
Y te guardas en el silencio…

¿Por qué no callas?
Que yo abandonaré mi casa,
sin llaves en las manos
y tu traición en la maleta.

©Trini Reina
27 de octubre de 2012
Obra de Steve Hanks

18 de septiembre de 2016

Salió de casa...


Salió de casa,
bajó la escalera,
cerró la verja del zaguán,
caminó como quien no sabe destino,
la cabeza gacha,
rehuyendo gentes,
y saludos,
y mendigos,
y pájaros.

 Salvó la primera esquina,
la segunda,
la tercera,
llegó a la avenida,
paró junto al semáforo,
cruzó,
vio la casa que buscaba,
posó los ojos en el jardincillo,
dominado por asoladas plantas
y tiestos herrumbrados.

Pulsó el timbre
con nerviosa delicadeza,
el sonido rodó y rebotó
contra el silencio,
quebrando telarañas,
rasgando vacíos.
Eco categórico
sentencia irrebatible.

Nadie atendió.
La ausencia no encontró la llave
que bien guardó la muerte.

©Trini Reina
Septiembre 2016

Obra de Juan Nicieza Lavilla


2 de agosto de 2016

Busca...


Busca una hucha ancha de boca,
con espacio para que quepan todas las palabras:
las del diccionario de la Real Academia,
las de todas las enciclopedias,
incluidos los léxicos que pueblan las bibliotecas,
y guárdalas bien al fondo.

Guarda los vocablos “sueño”, “cansancio”, “hartazgo”,
“miedo”, “muerte”, “desespero”…
Oculta “enfermedad”,  “dolor”, “adolorida” y todas sus acepciones. 
También “amor” y “quiero” y “llanto” y “vértigo” y “náuseas” y…
Esconde los pronombres “yo”, “me”, “mí”, “nosotros”
y la mitad de los verbos existentes.

Una vez almacenadas estas
y muchas otras voces del mismo tenor,
agita bien la hucha, con ímpetu y tesón,
como si fuese una coctelera de amargos licores,
y extrae de su encierro la palabra “silencio”
y practícalo.

©Trini Reina/agosto 2016
Obra de Gianni Strino


16 de abril de 2016

Ardía el silencio...


Ardía el silencio en las afueras
y, con un tronar ambicioso,
el interior la estremecía.
Sobre el velador de la esquina,
las gafas -luna y carey-
reposaban su esqueleto.
Entre sus manos,
el papel de blancura adolecía:
el alma negaba tinta
al desasosiego.

Un gato cruzó el alféizar de la ventana
y los cristales se impregnaron de sombras.
Sobresaltada,
asida al aire,
levantó sus faldas
y girando salió de la estancia,
dejando abandonados y a oscuras,
papel y abatimiento.

En la calle,
la lluvia regaba de aromas
las fronteras.

©Trini Reina
Abril 2010
Pintura de Janet Ternoff

16 de febrero de 2016

Silencio...


Silencio.
Un gran silencio,
ancho silencio;
todo el silencio.
Terco, torvo, voraz.
Silencio.

©Trini Reina/2011
Obra de Vilhelm Hammershøi

26 de diciembre de 2015

Cuando todos se fueron...


Cuando todos se fueron
brotó un iglú en su costado
y el témpano de la izquierda,
peligrosamente,
trianguló los tañidos.
En el agua remansada de sus pechos
ciegos crisantemos rebullían
y el liquen del silencio
nevó en sus palabras,
escarchando la llanura de las sienes.
El aire trasminó de evidencias
aquella madrugada,
lenta de pereza y sandalias
y en el alféizar de sus ojos
-iris de trigo y calma-
un espectro
desvistió su llanto contenido.

©Trini Reina
Marzo de 2011
Pintura de Marc Chagall


3 de noviembre de 2015

Nocturno


Noche inclemente.
En el soportal maúllan dos gatos
y se encrespa un trueno.
El viento flagela contraventanas
y aúlla, desgarrando
la vastedad del silencio.

Sobre el asfalto desafinan los autos.
En la lejanía suplica un perro.
Unos pasos mortifican la calzada,
y unas llaves caen al suelo.
Canturrea la lluvia
con denodado aliento
y la noche cabal avanza.
a ritmo húmedo
y péndulo lento.

Duermen búhos y brujas,
mas de él se burla el sueño.
La cama es un páramo;
las sábanas, gélido trayecto.
La ausencia no ocupa espacio,
sólo horada pechos.
Y avasalla corazones
y trepana huesos.

Altura cosecha la madrugada.
Los gatos duplican su lamento.
El viento decreta aquietarse,
y continúa, continúa lloviendo.

©Trini Reina
29 de abril de 2009
Imagen de la red

4 de octubre de 2015

Estar triste es...


Estar triste es
la íntima devastación.

Descender, descender
hasta la hondura del vacío
y -espuma abisal-
perpetuarse allí por siempre:
frío,
en silencio,
a oscuras,
suspenso el respiro,
solo…
Allí.

©Trini Reina
Octubre 2011
Pintura de Amedeo Bocchi