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30 de junio de 2017

Entelequia X

Delirantes,
los ojos del demonio
que se sienta
-como a la espera-
en el brocal de mi esperanza.
Cada vez que la alegría
alcanza la liberación,
sus pupilas espinadas
-clavándose en ella-
inmisericorde la espanta.
©Trini Reina/2010
©Mis fotos

Hayku 228

En el camino,
el sopor del verano
y un manantial.

29 de junio de 2017

El rencor...

El rencor
-a puñales-
exterminó  la palabra
y la aridez del silencio,
rasgó los labios,
que un día
-a besos-
nutrieron al amor.
©Trini Reina/Julio 2012
Obra de Raymond Leech

28 de junio de 2017

De lo cotidiano, Nubes y azules

Asoma el sol tras una nube y sus rayos reverberan en la pared encalada.
En la sombra en que me hallo se produce un instante de luz suprema.

Un gorrión recolecta migas de pan entre la grama que tapiza el jardincillo. De repente, se hace agua la ventana. El pájaro alza su vuelo y se refugia en las frondas del ligustro.

El chaparrón finaliza tan aprisa como comenzó. El sol reaparece y el ave vuelve por su sustento.
Una lagartija repta sobre las piedras y se ampara en la hojarasca.
©Trini Reina/23 de junio de 2014

Avenate XX

Hay hechos extremadamente íntimos, como el nacer y el morir. Yo añadiría también la enfermedad... Solos e íntimamente nos enfrentamos a ellos; por muchas personas o parafernalia que nos acompañen, o lo parezca, a la hora de...
Solos. Solos hemos de encontrar coraje para nacer, para sanarnos, para morir.

Podríamos decir que, pensando así, más nos valdría no esperar nada de nadie; pero eso ya sería el colmo del vacío del vivir. Así que continuemos: en la alegría, la agonía, o el dolor, dando y dándonos ejemplo, y sigamos, íntegros, combatiendo contra el tesón de la soledad.
 ©Trini Reina
marzo de 2014
Mis fotos

27 de junio de 2017

Junio...

Un sol rencoroso muerde
el regazo de junio.
Sus incisivos amarillos
se clavan en las rosas
y se enajenan
las trenzas del crepúsculos.

El levante pisa
-de este a oeste-
 las calles y las arde.
Cruza los atrios,
templa las terrazas,
agosta los jardines,
invalida las sombras…

Lianas de luz
alumbran los patios
de ardor y pereza.
Hay rumores de sal
allá donde agoniza la savia.

Todo bulle y rebulle y aridece,
en este junio que me puebla,
y hacia el temido verano me avanza.

Bajo los últimos valles de junio
se postran,
las colinas azules de mis años.
©Trini Reina/junio 2017
Obra de Sally Storch

26 de junio de 2017

Discordancias

Tú, discípulo de la luna;
yo, del sol, su pupila adelantada.
Camarada  eres de la noche
y yo, condiscípula de la alborada.
A las sombras das la mano;
de las tinieblas reniego, liberada.
Descreído del destino,
de la fortuna partidaria.
Impoluto tu pañuelo,
el mío, estero de lágrimas.

De rojo granito el corazón;
el mío semilla, a la ternura afiliada.
Agnóstico por convicción;
yo, vestal de la esperanza.
Imperturbable tras el muro;
yo quijote, batiendo alas.
Adepto de los infiernos,
del paraíso campana.

Tú, empuñando fundamentos;
yo, blandiendo cábalas.
Valedor de los silencios;
del alborozo, tributaria.

Almas opuestas que se atraen
a una hoguera donde ambas,
caerán rendidas;
por una vez en concordancia.
©Trini Reina/noviembre 2008
Obra de Juan Gris

25 de junio de 2017

Eolo

Abracé al viento irascible que, a ráfagas, se enredó en mi cintura.  Aspiré su fragancia a indómita libertad. Quise llenar de él mis manos; mas, arisco, huyó y se posó en mi pelo, que se dejó mecer por su locura.

Cubrí mis oídos para no delirar con su suspiro. Cerré mis ojos para que no me hiriera la prisa de su vuelo. Y entonces, sentí en mis labios un turbulento beso que dejó en mi boca sabor a mar.

¿O sólo fue el salado regusto de una lágrima, que, rendida, descendió por mi mejilla,  acatando que Eolo, ni tan siquiera por amor, se deja domeñar?...
©Trini Reina/2006
Obra de John William Waterhouse

Parvedad 60

Inmersos
en una pasión sin lunas,
la aurora nos descubrió,
desnudos
como la inocencia. 


©Trini Reina
mayo de 2012
Obra de Clare Elsaesser

24 de junio de 2017

Islas...


Sonreía, con esa sonrisa que antecede al llanto: insondable, silente, íntima. Se mordió la lengua, y espantó a las lágrimas que acechaban, ávidas por sazonar la pena… Se mantuvo inmóvil, a sotavento de las embestidas que, desequilibrarla pretendían.

Sus oídos se negaron a descifrar sonidos. Sus ojos, posados en la nada, miraban sin ver. Dejó arrastrar los minutos, simulando un trance externo; mas, interiormente, exhortaba al espíritu a desdoblar las alas, y éste, no la defraudó…

Y voló. Voló hacía esa isla que se alza en el estuario de su clarividencia, donde ella, con la valija de sus sueños en una mano, y la llave de la libertad en otra, de tarde en tarde arriba, y en la que sempiternamente será, la única soberana…
®Trini Reina/31 de mayo de 2006

Hayku 224

Tarde de estío.
Se marchita el jardín
y hasta su sombra.

23 de junio de 2017

Pequeñez 71

De relente, tu risa repentina
de rocío, tus lágrimas fugadas.
En tus ojos navega, infinita, la intemperie.
©Trini Reina/junio 2017
Obra de Roberta Imperatori

22 de junio de 2017

Norte y sur de la renuncia

La ternura:
a medio pulso.
La timidez:
desalojada.
El teléfono:
tan alto como tú
(y yo,
tan atarantada,
como el reloj tonante
donde indagabas).

El velador:
acero y distancia.
De mirarse,
se quemaban las miradas.
Dos cafés
y una nube fragante
velando las ansias.
Interrogaciones
por sombrero,
y el temor,
-cuervo varado-
sobrevolando la jugada.

Al norte:
el redoble de la duda.
Al sur:
las llamas soterradas.
Palabras divididas,
pisándose,
cayendo,
rompiendo estatuas.
Y el tiempo cabrioleando,
con pies de prisa y arrogancia.
Y en la sombra,
en la sombra,
la renuncia floreciendo.
Floreciendo hiel en rama.

©Trini Reina/2010
Obra de Brent Heighton

20 de junio de 2017

Pasaje a la nada

Aquí te espero, Lázaro,
rescátame de esta contrarresurrección,
de este deambular sin raciocinio
por el inhóspito páramo de la nada.

Sabedor de que las estrellas no acudirán a su cita
con la noche,
y lidiando a ciegas frente a las sombras.

Si yerro,
falto de luz soy,
caeré sin indulgencia hacia el vacío,
por mucho que este desgastado cuerpo sin sangre
ambicione soslayar la caída.

Aquí te espero, Lázaro,
rescátame de esta contrarresurrección.
®Trini Reina/10 de marzo de 2008
Obra de Ivailo Petrov

Avenate XXIII

Conscientes somos de este vago paraíso deleble, de este paisaje sin nombre que transitamos. Pero, ¿qué nos importa, si somos los dueños del ahora?
Mañana, posiblemente, llegará el caos, la realidad descalza, el sepelio de algún sueño (no todos mueren juntos), la tremenda ausencia, en la piel, del deseo; la eternidad asomando tras el blasón de los iris…
Pero eso será mañana. Acaso, la espera será lustral.

¿Qué nos importa en este segundo su concreción si somos los dueños –siempre inseguros- del ahora?
©Trini Reina/junio 2017

19 de junio de 2017

Avenate XVI

Tener  un espíritu de treinta años
(como mucho)
y unos huesos de setenta
(como poco)
crean un conflicto de intereses
del que sólo te defiende
una mente dialogante. 
©Trini Reina/junio 2012
Fotofrafía de Michal Mozolewski

Parvedad 47

A la diestra de tu sueño
aletea un ala promisoria
e invitándote se posa
en tus sienes abatidas.
©Trini Reina/junio 2013
Pintura de Carl Gorman 

18 de junio de 2017

De lo Cotidiano, Domingo

¡Qué alegría despertar al alba
con la sensación de haberlo dormido todo!

Un instante después te percatas de que es domingo
y, ni labores ni honores
ni disciplinas ni pamplinas,
a madrugar te obligan.

Entonces,
-como un tejado resentido-
se te desploma el regocijo.
 ©Trini Reina/junio 2017
Pintura de Mary Jane Ansell  

17 de junio de 2017

Suspendida...

Enhebrada a la cintura,
con pespuntes siderales,
una pasión atardecida reverbera
por los festones del aire.

Suspendida se debate,
confiando que unas manos
-aspas delirantes-
sieguen los hilos y la liberte
del trasfondo en donde yace.
©Trini Reina/Junio 2009
Obra de Salvador Dalí

Hayku 167

De flor en flor,
la mariposa liba
del dulce polen.

16 de junio de 2017

Clara...

Junio multiplica golondrinas. Modulan arias las fuentes del carmen. Clara entorna los ojos y el levante juega con la tarde;
los matices de su desdicha, cúpulas inimitables.

La añoranza de un verano regalado, cual girasol se abre.
Sus pétalos, escenas de una ausencia irrevocable.
Esa llaga incandescente, que no sofoca nadie, se agiganta cuando la esperanza le otorga coraje.
Ridículos anhelos, asidos al aire. Enjambres que anclan en un corazón irrazonable.

Si él volviera, rompería las amarras de este fraude, con el que la soledad castiga a quién ya no ama nadie. Quién el adiós no firma, jamás merece Salve.

Los años le arriaron las banderas del talle. La tez, extinta de alegría, sus pechos ya no arden. Los laureles del vacío en sus manos combaten. Y no germinan pasiones, ni en su sexo ni en su sangre.

La luna convida a las golondrinas a su nido retirarse. El alma desliza el telón. Cesa de brincar el levante. Se enciende la noche de junio; suspendido queda el paisaje.

Clara se entrega al sueño, y desdeñada, la saudade yace...
©Trini Reina/junio 2009

15 de junio de 2017

Un deja vu...

Un deja vu
de inmediatez
recorre las cárcavas de mi origen.
Viva sensación y vívida
de que te allegas a mi estancia
vacía de lunas.
La premura de tu cuerpo oferente
ameriza sobre mi piel de solitud
                       y bruma,
                               y, a olas,
                                                                humedece mi deseo.
©Trini Reina/junio 2017
Obra de George Tooker

13 de junio de 2017

Del dolor y otras omnipotencias

La palabra, la renuncia,
la ubicuidad del miedo,
la mansedumbre de las manos
y las lunas a contraviento.

La desmemoria del amor,
el remolino del cabello,
los augurios de las sienes 
y las grutas del desconsuelo.

La fiebre de los ojos,
la incógnita del entrecejo,
de la insensatez, las alas,
y el abismo de los huesos.

La miseria sobre tantos,
la tiranía contra el pueblo,
la vergüenza, propia y ajena,
y de los gritos, el silencio.

Las telas y las entretelas,
la vaguada de los senos,
la asfixia de la esperanza
y del mañana, su misterio.

El insomnio y la derrota,
lo insostenible de este tiempo,
la envidia de los otros,
los pilares- sin base- del sueño.

Bajo el dolor,
al completo la carcasa.
Bajo el dolor -el valor-
de bruces al suelo.
©Trini Reina/junio 2014
Pintura de Aram Nersisyan

12 de junio de 2017

Versóleos XIV

 
El  interior
en sus sombras te acoge;
mientras el sol
en las afueras se bate.
La hiedra de tus temores,
génesis constante.

Surca el mar, impasible,
la luz de tu desaire.
El viento, artero,
en su pico trae
un adiós sin pañuelo,
un olvido irrefutable.

Sola en tu balcón de luto,
la soledumbre es herida
que tristezas combate. 


©Trini Reina/marzo 2014
Obra de Homer Winslow